Muchas eran las etiquetas utilizadas en la imprenta del siglo XVI, cuyo significado no ha sido muy claro para nosotros: “libro”, “historia”, “vida”, etc. Algunas obras, como la Cronica del muy valiente y esforcado cavallero Platir (1533) se denomina “historia” en el incipit y “libro” en el colofon, siendo “cronica” su titulo. El articulo estudia el valor de estos titulos en la recepcion del genero caballeresco, teniendo en cuenta la perspectiva, la intencion de autores, editores y lectores en un momento historico en el que no existia la clasificacion editorial rigida que un lector actual esperaria. Los titulos de las obras orientaban su contenido, para lo que era mucho mas util la presencia de nombres propios que las etiquetas genericas, de limites tan difusos que los lectores elidian y los impresores confundian
Lugar de publicacion original: Buenos Aires