El poeta valenciano Jeronimo de Aunes es el responsable del libro primero del Morgante (Valencia, Francisco Diaz Romano, 1533), una novela de caballerias al uso protagonizada por personajes de la corte carolingia (Carlomagno, Roldan y Reinaldo), que se ajustan al patron del heroe caballeresco. A resultas, Aunes ofrece al lector una adaptacion en prosa del poema caballeresco homonimo de Luigi Pulci, una composicion poetica de veintiocho cantos en toscano. En su transformacion de poema caballeresco a libro de caballerias Aunes aprovecha el argumento y los personajes, asumiendo voluntariamente la deuda del llamado ciclo carolingio. Pero va mas lejos, y propone en su version una sintesis entre el ethos caballeresco tradicional y la moral cristiana (p. XXXIX); frente a la ironia y escepticismo de Pulci, el autor castellano hace hincapie y cree en esta moral y en los valores caballerescos, tomados muy en serio para exaltar a la patria y difundir los codigos tradicionales de la caballeria cristiana. Para comprobar los ajustes y modificaciones en el trasvase del texto toscano al castellano se cotejan algunos fragmentos de ambas versiones, lo que permite extraer conclusiones interesantes: Aunes segmenta el contenido de los cantos del poema de Pulci en capitulos y anade una especie de sumario para que “subraye el cambio de accion y personajes al final del mismo, o anticipe lo que contara la historia.” (p. XXIII). Ademas, hace referencia a las fuentes con mayor profusion que el texto italiano buscando “dotar de verosimilitud y rigor su labor literaria de traductor.” (p. XXIII), incrementa los elementos religiosos e ideologicos e insiste en valores ejemplares y modelos de conducta. “Asi las cosas, Jeronimo de Aunes va construyendo el mapa de las fuentes de su obra enlazando realidad –el Morgante de Pulci–, ficcion –una version antigua del Morgante y literatura (…) en concreto el poema de la reina Ancroia” (p. XXXVII). Por otro lado, los personajes protagonistas adquieren entidad propia: los heroes quedan humanizados; el gigante Morgante se aleja del papel tradicional del jayan en los libros de caballerias y confiere realismo al encorsetado mundo caballeresco (p. XXXVIII), y las damas van a ampliar considerablemente su importancia en la obra, ya que participan en los hechos de armas y van a adquirir la condicion de caballeros (p. XXXVIII). Finalmente, se hace una presentacion ecdotica de la edicion valenciana de 1533, prestando especial atencion a los grabados
Lugar de publicacion original: Alcala de Henares