La memoria de Troya continuo viva durante el Renacimiento peninsular. Junto al exito de obras que narran la historia de la guerra de Troya, esta materia se difundio en el romancero, representaciones cortesanas, festejos publicos, tapices y especialmente, libros de caballerias, en los que los personajes antiguos terminaran contaminandose de los mismo atributos de los que hacen gala los personajes caballerescos. Segun Sales Dasi, los personajes de la leyenda troyana puede incorporarse al relato caballeresco de cuatro maneras: como termino de una comparacion para suplir la insuficiencia del lenguaje a la hora de referir un determinado hecho, como modelos positivos o negativos a los que se alude en la narracion, como personajes que se incorporan a la accion, normalmente a traves de efectos maravillosos u oniricos, o se trasplantan “renovados” como actores o como responsables de una descendencia familiar que debe entenderse como fabulosa “ucronia”