Miguel de Luna, morisco, era un traductor de la corte al arabe que se se sumo en el siglo XVI a una corriente reivindicativa del periodo arabe de la Peninsula. Por ello, en su Verdadera historia del rey don Rodrigo le da la vuelta a la tradicional imagen del ultimo rey visigodo, que se presenta como un cobarde y un tirano, revalorizando asi el legado arabe. Para ello utiliza las versiones de la leyenda de don Rodrigo mas proximas a la perspectiva islamica, corrige explicitamente a otros historiadores, presenta los hechos narrados por un testigo ocular, da ejemplos de moralidad y saca partido de su condicion de traductor oficial del rey. Todos estos factores ayudan a que el lector perciba el texto como verdadero. Miguel de Luna va recontextualizando los diferentes elementos de la leyenda para que aparezcan con un tinte negativo, contrapuestos a las virtudes como rey de Almanzor. Es esta figura la que presenta todas las cualidades de un principe: proteccion de los vasallos, especialmente de las mujeres, generosidad, compasion, lealtad y valor