La autora rechaza varios poemas del Cancionero d’Herberay des Essarts que fueron atribuidos por distintos investigadores al poeta aragones Hugo de Urries. Serian de atribucion dudosa Mi senora verdadera, Pues ya que tan sola una, Ya tanto bien pareceys, O vos vanedat mundana, Dama de todos bien quista, Occorrido m’a fablar, Mi amada e bien querida, Gentil dama generosa, y O fortuna reboltosa
Lugar de publicacion original: Madison