Se discute si el Enrique de 1498 es una refundicion preparada para la imprenta o la transcripcion con pocos cambios de una version manuscrita del siglo XIV. A traves de un detallado analisis de los dos episodios en los que el heroe se disfraza de palmero, Baranda e Infantes concluyen que con toda probabilidad el impreso deriva de un texto castellano del siglo XIV. Ambos episodios tienen un fin exclusivamente didactico, pues no estan justificados por la trama argumental, y en ellos se nos muestra que Enrique posee las dos virtudes que deben caracterizar al rey justo: la humildad cristiana y la sabiduria de un buen juez. Puesto que la ficcion caballeresca va abandonando su funcion didactica conforme avanza el siglo XIV, para justificar la utilidad argumental de estos episodios (…) solo cabe retrotraer su presencia en la obra a las fechas de su traduccion primitiva, a comienzos del siglo XIV (p. 130)
Lugar de publicacion original: New York