Juan Valdes, conocedor de abundantes libros de caballerias, lleva a cabo en su Dialogo de la lengua una separacion drastica entre dos grupos de libros: a. Los originales (Amadis, Palmerin y Primaleon) y b. las traducciones (Guarino Mezquino, La linda Melosina, Reinaldos de Montalvan, La Trapisonda y Oliveros de Castilla). Como don Quijote, el tambien ofrece un escrutinio en el que salva a los citados y critica a Esplandianes, Florisandos, Lisuartes y Caballeros de la Cruz
Lugar de publicacion original: Barcelona