Don Quijote presume a menudo de pasar las noches en vela, como los heroes de sus libros de caballerias. Sin embargo, muchas veces las necesidades fisiologicas le obligan a contradecirse y a aceptar las camas que se le ofrecen por el camino. Jean Canavaggio observa que, en estas ocasiones, el Quijote se acerca mas al modelo del Tirant que al de otras novelas caballerescas. En la obra de Martorell, el protagonista, al contrario que otros caballeros andantes, duerme y su descanso trasciende su funcion puramente referencial. Aun cuando parezca un tiempo muerto, en el cual no sucede nada, viene a plasmar en la narracion el vivir concreto de los personajes (p. 209)
Lugar de publicacion original: Alcala de Henares