El Palmerin de Inglaterra se salva del fuego en el escrutinio de los libros de don Quijote (I, 6) por dos razones: la una, porque el por si es muy bueno; y la otra, porque es fama que le compuso un discreto rey de Portugal. Todas las aventuras del castillo de Miraguarda son bonisimas y de grande artificio; las razones, cortesanas y claras, que guardan y miran el decoro del que habla, con mucha propiedad y entendimiento (p. 154). Partiendo de este testimonio, Gonzalez Olle analiza con un enfoque historico la vinculacion del uso correcto de la lengua con el modo de hablar de la corte