Garcia Ruiz analiza la presencia del discurso y el tono doctrinal y eclesiastico en el Florisando de Paez de Ribera fundamentalmente a traves de las digresiones moralizadoras protagonizadas por diversos personajes de la narracion como el ermitano, el monje Enselmo o el propio protagonista, Florisando. Es el segundo, Enselmo, el que se erige en el ideal de “la vida trascendental dedicada a la oracion, la misa y las confesiones, en contraposicion a la figura del caballero santo” (p. 163). A lo largo de la obra, que Garcia Ruiz considera “el culmen ortodoxo de la saga amadisiana” (p. 168), Paez utilizara una serie de dogmas religiosos para propagar la fe manifestando una clara conviccion teologica y filosofica en la que el demonio se encuentra detras de toda magia o encantamiento y la idea de la guerra contra el infiel se halla omnipresente
Lugar de publicacion original: Granada