La autora destaca que el Zifar se ajusta muy bien al proposito del Congreso, ya que engarza tres temas: a) circulacion de textos; b) desplazamiento de los hombres y c) construcciones identitarias. El primer tema queda ya de manifiesto en el prologo, aunque los criticos han descartado que se trate realmente de una traduccion. El desplazamiento se centra en sus protagonistas, Zifar y Roboan, calificados en el texto de “caballeros viandantes”; por ultimo, la historia relata un ascenso social y una recuperacion identitaria. A partir de ahi la autora se pregunta por la identidad del autor del Zifar y, siguiendo a Harney, rastrea la huella de los geografos arabes y, en concreto, de Abu ‘Ubayd. Pese a que la geografia del Zifar se acerca a la literatura geografica arabe, pueden tambien encontrarse ecos de la literatura greco-romana y de la cristiana. El autor consigue dotar a sus personajes de una identificacion occidental, al situar la obra en un contexto sociopolitico proximo al de sus lectores y al insistir en la posibilidad de hallar cristianos en las Indias, al mencionarse en dos ocasiones la predicacion de san Bartolome por esas tierras. Por todo ello, Coussemacker mantiene abiertas tres hipotesis, referidas a la naturaleza del autor: seria un hombre de cultura arabe, vinculado a Toledo, pero podria tratarse tanto de un mozarabe como de un mudejar o de un judio converso. El articulo se cierra con un Anexo, en el que presenta en paralelo las fuentes posibles de las digresiones geograficas y las comenta extensamente
Lugar de publicacion original: Toulouse