Paredes analiza la huella del Amadis en el Quijote, que se inicia desde los primeros episodios. En I, 8, en el famoso episodio de los molinos, manda a la senora vizcaina que se encaminaba a Sevilla al encuentro de su marido, ir al Toboso y presentarse ante Dulcinea, siguiendo los pasos de Amadis. Tambien alude al episodio de Arcalaus en la aventura con los desalmados yangueses (I, 15). En el capitulo I, 25, don Quijote imita en sierra Morena la penitencia de Amadis en la Pena Pobre, en un intento por desviarse de la imitacion del comportamiento de Roldan. Amadis es siempre el norte y la justificacion de sus actos. Por ello el modelo debe de ser salvado de la quema de la libraria y, al final, cuando reniega de Amadis y de toda la caballeria andante, esta rechazando su propia esencia literaria
Lugar de publicacion original: San Millan de la Cogolla