El profesor Catedra examina algunos aspectos de la lectura profunda del libro caballeresco y sus consecuencias en el marco de las funciones "normativas" que, en el ambito de la aculturacion tipografica, adquiere el libro impreso por el solo hecho de ser escrito y de ser impreso con la proteccion de la ley. Valiendose de algunos casos de lectores u oidores de textos bien ilustrados en procesos inquisitoriales, el articulo constata como el libro popular y caballeresco sigue siendo en el siglo XVI (y tambien en el XVII) y en determinados ambitos sociales, algo trascendental en virtud de su condicion normativa por impreso y, probablemente tambien pedagogica. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui