Repasa los documentos en los que se ha basado la critica hasta ahora para sostener la existencia de la lectura en voz alta. Para la lectura de los libros de caballerias retoma dos referencias. 1. Juan Arce en los Coloquios de Palatino y Pinciano; 2. Quijote, I, 32. Invalida el valor documental que pudieran tener ambas citas. Solo resultan documentos incontrovertibles los procesos inquisitoriales de Cuenca. "Hoy por hoy la lectura de novelas ante unos grupos analfabetos sigue siendo, tratandose del Siglo de Oro, materia opinable" (p. 65)