Desde el Zifar repasa la inclusion de composiciones liricas en los libros de caballerias peninsulares, transcribe y comenta algunos de los versos incluidos en el Florisel de Niquea, Cirongilio de Tracia, Clarian de Landanis, Olivante de Laura, Tercera Parte del Espejo de principes y caballeros, entre otros, y se centra en la nao de amor recogida por Melchor de Ortega en el Felixmarte de Hircania (1556). La composicion adopta la disposicion del romance trovadoresco y por su metrica y contenido remite a la poesia cancioneril, acorde con el estilo elevado y arcaizante de los libros de caballerias. El analisis del poema se ve arropado por el estudio de otros elementos que concurren en el desarrollo de la despertada pasion amorosa, concretamente se ocupa de la relacion de la musica y el amor y del locus amoenus en el que se produce la audicion