A diferencia de Zifar, sus hijos Garfin y Roboan reciben en su infancia senales y marcas que afectan a su caracter y alteran su vida. La Providencia cambia el curso de la historia en el momento en que una leona atrapa al pequeno Garfin y se establece entre ambos un estrecho vinculo por el que el animal transfiere al heroe parte de sus cualidades y anuncia su futuro regio. Las cicatrices que la leona deja en su espalda son las marcas que permitiran el posterior reconocimiento y la prueba de haber superado los ritos iniciaticos que lo hacen digno heredero de un reino. El extravio del nino Roboan en la ciudad laberintica y la separacion de sus padres anuncia su futura carencia de hogar, su continuo deambular por el mundo, y puede intrepretarse igualmente como una senal de su destino heroico. Ambas experiencias constituyen diferentes ritos de iniciacion inspirados en la tradicion que luego haran suyos los libros de caballerias posteriores