La obra de Pedro de la Sierra, continuadora del ciclo iniciado por Diego Ortunez de Calahorra, “auna en sus paginas todos los mitos, quimeras y fantasias de la imaginacion colectiva del reinado de Felipe II”. Esta vertiente ludica que adopta la serie en manos del aragones la acerca a la literatura de evasion y a los generos idealistas, donde los rasgos arturicos del Amadis son tomados mas como artificio que como imitacion. Estas transformaciones del genero caballeresco se evidencian en el resurgir de lo pastoril (el protagonista es un pastor enamorado), que implica una transformacion del amor caballeresco o cortesano de acuerdo con las leyes del nuevo genero. En este innovador tratamiento del amor la mujer toma protagonismo: con su texto Sierra busca influir sobre las duenas y doncellas que leen, proponiendoles un ejemplo de comportamiento activo y decidido, en el que la mujer no duda en defender su castidad a traves del suicidio. En este comportamiento innovador se nota la deuda de la Eneida o del Orlando Furioso. El resultado es un texto en el que el universo ficticio se amplia con referencias miticas, interpolaciones de episodios, y fuentes de inspiracion diversas tanto en prosa (Montalvo, Silva y Torquemada) como en verso (Garcilaso, Boscan, Hurtado de Mendoza,...). En el prologo a la edicion del texto de Pedro de la Sierra se enumeran los ejemplares de la obra y se reconstruye el stemma. Si desea consultar la version electronica de la introduccion a esta edicion, pulse aqui
Lugar de publicacion original: Alcala de Henares