La duda sobre la razon por la que Diego Gumiel, impresor dedicado a obras liturgicas y religiosas, saco a la luz el Tirante el Blanco sirve de marco para reflexionar sobre el hecho de que los libros de caballerias, cuya impresion, aun siendo muy del gusto de los lectores, tenia un caracter periferico y marginal, crearan un genero editorial con caracteristicas propias. Asi, cualquier texto al que quisiera hacerse pasar por caballeresco se adaptaba a la imagen externa del genero: se imita el grabado de la portada, los titulos (su adjetivacion y amplificacion final), el formato, la disposicion tipografica, y las formulas del colofon. Esta estrategia editorial-literaria fue seguida por Gumiel en la impresion del Tirante. El articulo incluye un apendice en el que se describe el ejemplar de la obra conservado en la Biblioteca de Catalunya (Bon. 9-III-1). Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui