Un asunto de honor protagonizado por la hermana de Martorell y en el que el escritor participo sirve de marco para reflexionar sobre la epistolografia tardomedieval a partir de dos obras, el Tirant y Curial y Guelfa. Se concluye que el significado y la funcion de las cartas dependen del redactor: en el caso de un hombre, sus ‘lletres de batalla’ representan “el apasionamiento por las formas externas, por el ceremonial y el protocolo caballeresco”. Frente a esta funcion ludica, a este juego retorico y ritual masculino, la carta femenina, ‘lletre de batallas’ particular, tiene un significado sociologico porque consigue “crear un espacio autonomo, dentro de un sistema patriarcal opresivo, desde el cual pueden expresar sus deseos y ejercer su poder sobre los caballeros y, en definitiva, sobre la sociedad en la que se desarrollan sus peripecias”. Significativos son los casos de Estefania en el Tirant enamorada de Diafebus, y de Guelfa, Laquesis y Camar, seducidas por Curial en Curial y Guelfa, obras estas donde el personaje femenino adquiere gran importancia, entre otros motivos, porque escriben cartas de amor con las que intentan “verbalizar sus deseos y controlar a sus amantes”