Los torneos celebrados en Valladolid en 1517 con motivo de la entrada de Carlos V en Espana son un ejemplo mas de la simbiosis entre libros de caballerias y movimientos de corte, una relacion que, junto con las fiestas cortesanas, el teatro o el romancero, favorece la pervivencia de lo caballeresco mas alla de las historias fingidas. Las relaciones de Laurent Vital sobre los torneos vallisoletanos evidencian que estas fiestas “parecen destinadas no solo al entretenimiento y a la manifestacion de la caballeria o de la nobleza, sino tambien a concretar de forma historico-simbolica la nueva realidad politica de la monarquia, asi como el poder de nuevo cuno que importan los secuaces extranjeros del joven rey Carlos” (p. 81). Aunque ya en los primeros anos del XVI se observa el progresivo debilitamiento del componente ideologico de lo caballeresco y la evolucion de su simbolismo inicial hacia el espectaculo como exhibicion del poder nobiliario, lo cierto es que estos fastos buscaban presentar al nuevo monarca a sus subditos, y conseguir el mayor apoyo posible entre los nobles de un territorio que le era ajeno y, en principio, hostil. Este articulo es complementario de Catedra, Pedro M. “Fiestas caballerescas en tiempos de Carlos V”, La fiesta en la Europa de Carlos V, Real Alcazar de Sevilla (19 de septiembre- 26 de noviembre de 2000), Sevilla, Sociedad Estatal para la conmemoracion de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2001, pp. 93-117

Lugar de publicacion original: Madrid