El Olivante de Laura (1564) de Antonio de Torquemada asume motivos y acumula loci comuni de otros textos caballerescos anteriores, topoi todos ellos que, sin embargo, conviven con elementos originales. La obra contiene bastantes escenas realistas, cuyo realismo, compartido por otros textos del genero con diferente grado de intensidad, nada tiene que ver con la verosimilitud aristotelica que treinta anos despues defendera Pinciano. Es mas bien una actitud que aproxima a los personajes “a los nuevos criterios ideologicos y artisticos del siglo XVI” (p. 519), y que afecta, fundamentalmente, a sus necesidades cotidianas basicas (comer o dormir) y a las descripciones detalladas de objetos y sucesos, como el despliegue de estrategias militares, en las que se comprueban notables cotas de originalidad, en gran medida procedentes de lecturas anteriores de Torquemada. Cierta novedad se observa en la construccion de los actantes masculinos, en especial de Silvano, “un personaje con ciertos ecos percevalianos pero mucho mas rotundo en la definicion de su ambivalencia, un personaje que simboliza el advenimiento del amor pero tambien la duda y la busqueda de un sentido existencial” (p. 524)

Lugar de publicacion original: Palma