La celebracion de la mayoria de edad de Felipe IV tuvo entre sus festejos la representacion de una comedia cortesana de aparato, una invencion segun Antonio Hurtado de Mendoza, titulada La Gloria de Niquea. Esta obra dramatica del Conde de Villamediana sintetiza episodios de dos obras de Feliciano de Silva, Amadis de Grecia y Florisel de Niquea. La escenografia que Julio C. Fontana construyo para esta comedia de enredo y de importante carga ideologica fue reutilizada para la representacion, dias despues, de El velloncino de oro de Lope y de un poema caballeresco, Querer por solo querer. El uso del universo caballeresco y, sobre todo, de su mundo magico permitia el lucimiento de la aparatosidad de una escenografia donde lo visual, conseguido con el uso de la tramoya, se imponia sobre el discurso.Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui

Lugar de publicacion original: Frankfurt am Main-Madrid