Apasionada y curiosa defensa de Feliciano de Silva, autor de la LSegunda Celestina, pero en su calidad de autor de libros de caballerias. Defiende Arrabal que fue el maestro en el genero de Cervantes y que a pesar de la condena de sus libros a la hoguera por parte del cura en el famoso escrutinio de su biblioteca, el autor de El Quijote siempre le admiro
Lugar de publicacion original: Madrid