La tradicion clasica ciceroniana y la medieval senalan como cualidades o virtutes propias de la narracion tres: brevedad, claridad y verosimilitud, virtudes que se recomiendan tambien a los redactores de las cartas reales. En las cartas ficcionales insertas en los libros de caballerias la vigencia de las tres virtutes de la narratio epistolar se subordinan, sin embargo, como las partes de la carta y sus reglas, a las normas estilisticas y tecnicas de la propia narrativa caballeresca. En el Cirongilio de Tracia, p.e., libro de la etapa epigonal, de lengua sobrecargada y artificiosa, los vitia contrarios a las tres virtudes son constantes y las narrationes resultan en muchos casos extensas, oscuras, artificiosas y fantasiosas. La violacion de la verosimilitud se acentua especialmente en las cartas de contenido profetico, siendo estas un claro ejemplo en el que se aprecia como las pautas propias del estilo profetico se imponen a la preceptiva epistolar
Lugar de publicacion original: Buenos Aires