Examina el naufragio de Tirant frente a las costas de Barbarie para dilucidar el sentido del episodio en el conjunto de la novela, frecuentemente negado por la critica. Se detiene en el momento en que Tirant se lamenta cuando, a la vista de la violencia del temporal, comprende que esta perdido; cree que quiza es el cielo quien lo castiga por causa de su conducta. Su lamento constituye un acto de contriccion, el de un caballero mundano cuyas faltas lo han degradado hasta el punto de que necesita una regeneracion espiritual, una purificacion. Es por esto por lo que J. M. Barbera interpreta el pasaje como une espece de mort qui l’entraine dans des contrees ou il pourra se purifier pour redevenir le chevalier chretien qu’il n’aurait jamais du cesser d’etre. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui