El escrutino del cura y el barbero ha permitido intuir la biblioteca ficticia de Alonso Quijano, "reflejo de otras reales que se fueron formando por aquellos anos" (p. 63), como la del conde de Gondomar. Con un predominio mas que notable de los textos de entretenimiento, en los que la ficcion caballeresca ocupa un lugar primordial, ambos repertorios, real y ficticio, recopilan tanto textos originales como traducciones, asi como obras de las que solo se publico una edicion. El resultado es que la biblioteca de Quijano resume en si misma los intereses y aficiones de tres lectores: el propio Quijano, don Quijote y Cervantes
Lugar de publicacion original: Valencia