Se centra en la tension entre “ficcion” y “verdad” en el siglo XVI, buscando sus raices en la centuria anterior e indagando porque los humanistas se opusieron a la ficcion y denunciaron sus peligros. Las causas estaban por un lado en los excesos de los autores de la ficcion sentimental y en los estragos que podian causar en el publico femenino. Nebrija, Encina o Garcilaso, siguiendo a Castiglione, defienden un nuevo modelo de ocio cortesano ajeno al orden caballeresco y al sentimental. El mismo Fernandez de Oviedo, autor del Claribalte, escribe en las Quincuagenas contra el tratamiento del amor en la ficcion sentimental. Estas prevenciones comienzan a ser superadas hacia 1580, con la defensa de la “eloquencia”. Concluye con un recorrido que alcanza hasta el capitulo XLVII de la primera parte del Quijote