Propone leer los diferentes y heterogeneos ocho capitulos que conforman el Prologo de El Victorial como un conjunto cohesionado de registros discursivos cuya finalidad es “legitimar los origenes de la caballeria y elevar a Pero Nino como paradigma del caballero cristiano” (p. 90). Clasifica y comenta los micro-relatos del prologo encaminados a la defensa del estamento de la nobleza en dos grupos: relatos ejemplares, cuando brindan modelos de conducta y transmiten una ensenanza, y relatos legitimantes, cuando cumplen una funcion refundadora de sentido. Si de los primeros el lector puede sacar facilmente su moraleja, no sucede asi con los segundos, pues el relato ha sido reescrito buscando un sentido novedoso. La vida de Pero Nino fue la excusa “para volver al pasado y reinventarlo con la finalidad de legitimar el presente” (p. 97)