En un prologo original el anonimo autor de la continuacion sevillana del Tristan de Leonis y el rey don Tristan el Joven, su hijo (1534) justifica y defiende su labor literaria con tres argumentos: a) un breve discurso sentencioso sobre los peligros del juego, que la autora del articulo explica a partir del Remedio de jugadores de Pedro de Covarrubias; b) los beneficios de la lectura de los libros de caballerias; y c) los errores que encontro en la version medieval de la historia de Tristan e Iseo y que le animaron a escribir esta continuacion. De esta manera el prologuista pretendia enfrentarse con un renovado producto y contrarrestar las duras criticas que el genero caballeresco recibio casi desde sus comienzos
Lugar de publicacion original: Alacant