Se estudia la Aventura de las Tres Coronas de la Torre de las Maravillas en la Nueva Insula como ejemplo de ordalia amorosa del Florambel de Lucea (1532). Ya desde la Camara Defendida y el Arco de los Leales Amadores del Amadis de Gaula, este tipo de pruebas son rasgos del paradigma del genero caballeresco. Sin embargo, al margen de sus constantes hipertextuales (sintesis de fuentes y materias literarias) y textuales (demostracion de la supremacia en el amor de los vencedores sobre un espacio extraordinario y probatorio disenado por un ser de cualidades sobrenaturales y con cierto componente ludico-cortesano), los desvios marcan la originalidad de su autor y constituyen la autentica aportacion al genero. En este caso, el afan experimentador de esta novela lleva a la incorporacion en sus paginas de elementos de la materia clasica. Se compara el episodio con otras ordalias anteriores, como la Aventura de los Principes Encantados, de Alpatracio y Miraminia (Lisuarte de Grecia), y la Aventura del Arco de Paris (Clarisel de las Flores)