Senala la pertinencia de aplicar la teoria de los mundos posibles al roman del Renacimiento. La autora comenta como, segun lo observado por teoricos tomistas, nominalistas y escotistas de la epoca, determinados objetos de composicion fantastica parecen encontrar un acomodo verosimil en las paginas de obras como el Amadis o el Pantagruel rabelaisiano, se admite que el mundo creado por los autores puede construir su propia coherencia en el orden de la ficcion y proveerse de todos aquellos componentes fantasticos que requiera su desarrollo
Lugar de publicacion original: Strasbourg