Se analiza la presencia de la sangre en el ciclo arturico y su poder de evocacion por contraste en todos los casos con un fondo blanco (sabana del lecho conyugal, caliz, pagina sin escribir aun, la nieve, etc.). En los amores de Tristan e Iseo y de Lanzarote y Ginebra la sangre femenina pasa a primer termino, siendo, a la vez, delacion de una falta (rotura del himen) y redencion, simbolo, en ultimo termino, de la ambivalencia de su naturaleza, venenosa y fecunda. Este caracter ambivalente es borrado en la Queste del saint Graal, donde "le sang pur de la Passion peut transformer la fille d'Eve en vierge sage, gommer les marques de la lepre et transmuer la femme noire en belle demoiselle" (p. 214). Un ultimo valor tiene en el lai de Yonec: el amor conduce inevitablemente a la muerte
Lugar de publicacion original: Montpellier