La violencia constituye un topos de primer orden en la cultura medieval. Aunque este trabajo se centra "on Middle High German courtly literature", sus conclusiones pueden aplicarse a la literatura hispanica. El Parzival de Wolfram von Eschenbach encabeza una tendencia en la que se muestra un estricto control de la violencia en el ejercicio caballeresco, evitada, si es posible, con la rendicion o con un trato. La violencia, pues, se estiliza: "Stylized violence in the romances is not, then, merely a fictionalizing of actual conduct, but rather a construction of custom and usage that binds the members of a community to constraints on their behavoir. This code is invoked and held to be generally applicable to check irrational impulses, because those impulses would lead easily to a capricious violation of order." (p. 122)
Lugar de publicacion original: New York; London