Las ordenes militares adquieren un protagonismo importante en la peninsula desde la segunda mitad del siglo XII, y dan cuenta de una realidad social y militar que las hace necesarias. Extremadura tenia una situacion fronteriza que acentuaba las necesidades de control asumidas por estas ordenes. A pesar de la proliferacion de ordenes autoctonas (como la de Calatrava, Santiago y Alcantara), los maestrazgos del Temple se imponen como mecanismos de ayuda y defensa en el territorio extremeno. Dentro de esta situacion, el Temple estara sujeto a las transformaciones ocurridas durante los reinados de Fernando II y Alfonso VIII, hasta su definitiva disolucion en el primer cuarto del siglo XIV. Si desea consultar la version electronica de este trabajo, pulse aqui