El trujaman o alfaqui es, desde el siglo XII hasta el XVII, un traductor o interprete, en principio de origen arabe, de negociaciones, correspondencia diplomatica y documentos comerciales y, como tal, su trabajo tenia valor legal aceptado; por ello, en algunos casos podria funcionar como traductor jurado. Solo de forma excepcional era encargado de traducir una obra de un genero independiente de las relaciones intercomunidades o internacionales. “Empleaba la traduccion a la vista, la interpretacion consecutiva, realizaba traducciones directas o inversas de textos comerciales y preparaba los documentos oficiales de tratados y encuentros internacionales. Ademas, todos estos textos compartian una condicion legal subsidiaria dependiente de la interpretacion, linguistica y hermeneutica a un tiempo, del trujaman” (pp. 321-322)
Lugar de publicacion original: Castello