Se reflexiona sobre la conveniencia de usar los textos literarios como fuentes historicas y, una vez aceptados como tales, se enumeran las limitaciones de los materiales obtenidos. Para este autor "La corretta valutazione delle opere letterarie come fonte storica esige (…) una presa di coscienza esatta, da parte dello studioso moderno, delle condizioni esterne in cui esse sono prodotte e diffuse." (p. 28). Centrandose en el espacio cortesano en el universo arturico, se concluye que el escritor medieval no reproduce su realidad, sino que idealiza lo vivido dando lugar al mito, al que acaba codificando segun las claves de la etica caballeresca. El comentario de la Histoire de Guillaume le Marechal, el Roman d'Eustache le Moine y las Chroniques de Jean Froissart permite asegurar que la literatura medieval no es ni un retrato de la realidad ni una proyeccion ideal; mas bien traduce la voluntad de los autores de superar esa realidad, proponiendo a los caballeros el mejor modelo posible
Lugar de publicacion original: Spoleto