Tomando como nucleo la dispositio y elocutio del episodio de Miraguarda del Palmerin de Inglaterra, obra del cortesano y diplomatico portugues Francisco de Moraes Cabral, se reflexiona sobre las causas que motivaron que este texto caballeresco gozara del favor de Cervantes y se ‘llevara la palma’ en el escrutinio del Quijote. Cervantes, frente a los lectores espanoles de la segunda mitad del XVI, conocia el origen luso del original y parece que no le importo demasiado pues lo convirtio en referencia intertextual de su universo de ficcion. Estas claves funcionan para entender el tipo de la doncella andante, en cuya configuracion la obra de Moraes es determinante para fijar un modelo que recupera Cervantes desprovisto de aditamentos. Una funcion similar tiene la aventura de Miraguarda, en la que se recurre a tecnicas narrativas caballerescas para reflejar el interes de la epoca por adoctrinar a las mujeres y mantenerlas encerradas en sus casas, fuera de la vision de los hombres. Sin embargo, Miraguarda no cumple esta condicion pues todos conocen su belleza debido a su imagen de marmol a la entrada de su encierro y a su viaje por el mundo en la pintura del escudo de Florendos (“En todas las aventuras del castillo de Miraguarda, y en el libro en general, lo caballeresco visual cobra una gran importancia.” [p. 375])
Lugar de publicacion original: Zaragoza