La historia del rey Lear y sus tres hijas, ya desde sus primitivos testimonios (Historia Regum Britanniae), funciona como un exemplum a pesar de que no contenga motivos folcloricos ni otros elementos de los cuentos. Su germen se encuentra en la mitologia indoeuropea, en torno a la cual se gesta la imagen de primer rey postergando su funcion de padre. El relato ejemplar lo legitima como el primer soberano de los bretones, y se convierte en un ingrediente fundamental en el surgimiento de la cultura bretona