Ficha del recurso
Título
Les litteratures de large circulation en Espagne du XVe au XVIIe siecle
Fecha de publicación
2000
Descripción

Reflexiona sobre tres grandes orientaciones de la investigacion actual consagrada a la literatura de larga circulacion para delimitar los diferentes problemas ligados a esta vasta produccion: 1. ¿Como definir esta literatura? ¿Que entendemos por “contenidos literarios”? ¿Que es lo que los editores y lectores perciben como tales? 2. ¿Como definir su aspecto formal, su presentacion, las diversas ediciones? 3. ¿Podemos cuantificar esta produccion en el curso de los Siglos de Oro de la cultura espanola, desde el fin del siglo XV al inicio del XVIII? 1. Definiciones literarias Propone abandonar la expresion “literatura de cordel” , no solo por ser tardia (s. XVIII) sino porque reenvia a una modalidad de presentacion y de venta de las obras, en la que entran numerosos textos que no pertenecen stricto sensu a esta literatura. Por otra parte, la expresion “literatura popular” traduce una relacion (casi univoca) con el contenido tematico y se opone, asi, historicamente a una “literatura culta”; de donde emana un buen numero de denominaciones con connotaciones peyorativas. Por anadidura, esta definicion se aplica mayoritariamente a la produccion de los siglos XIX y XX y, se entiende, a los textos de menor valor literario, cuando el genero esta ya en declive y sus formas esteticas muy empobrecidas. Recordemos que, durante los Siglos de Oro, autores como el Marques de Santillana, Juan Boscan, Jorge Manrique, Juan del Encina, Francisco de Quevedo o Lope de Vega, se inscribian en esta corriente literaria. La denominacion de “larga circulacion” (que aparece aplicada al contexto espanol en el coloquio de Wolfenbutel) hace referencia a la permanencia en el tiempo del repertorio de impresos de larga circulacion asi como a sus reediciones sistematicas. Pero esta acepcion no es valida mas que para un numero de titulos bien determinados. Hace falta distinguir entre la forma bajo la cual la literatura de larga circulacion se presenta y su contenido; pues existe siempre una seleccion literaria que se manifiesta por un tipo de presentacion editorial determinada, la cual perdura uniformemente a traves de las epocas (esto es particularmente evidente para la prosa, que conserva casi el mismo repertorio de historias desde fines del siglo XV hasta el siglo XVIII). En la epoca que nos interesa, los terminos historias y pliegos sueltos definen claramente dos grupos de textos claramente diferenciados sobre el plan literario: prosa y verso, dos modalidades literarias que responden, ademas, a caracteristicas editoriales muy diferentes. No es inutil recordar que ambos son “populares” y de cordel, de donde la necesidad de una delimitacion fundada sobre otros criterios. Pero tanto pliegos sueltos como historias caballerescas breves (romans de caballerias abreviados, Carlomagno, Roberto el diablo, Pierres de Provenza, Flores y Blancaflor, Oliveros de Castilla, Fernan Gonzalez), responden a una relacion entre el contenido literario y la presentacion tipografica, que da nacimiento a un genero editorial. En resumen, se trata de una produccion en la cual las formas editoriales se superponen a las formas literarias. Esta dicotomia puede reducirse y ampliarse a la confrontacion entre texto literario y texto editorial – versiones literarias manuscritas y versiones impresas, adaptacion a las normas de la edicion, actualizacion en el tiempo etc, una vez que los modelos son perfectamente establecidos. Esta es la razon por la cual las definiciones mas precisas se inclinan del lado de la terminologia editorial (pliegos sueltos, historias) para enseguida transformar sus contenidos literarios en funcion de una lectura codificada: romances, coplas, casos, etc. De esta confrontacion entre literatura y edicion nace el sentido y la explicacion de las caracteristicas de esta literatura de larga circulacion. Las condiciones de publicacion pueden explicar muchas caracteristicas literarias de los impresos de larga circulacion. 2. Tipologias editoriales Una manera mas logica de establecer la tipologia editorial de los impresos de larga circulacion sin negar sus contenidos consiste en analizar algunos elementos primordiales de su razon de ser en tanto que impresos: su constitucion, su intencionalidad y sus lectores. Interviene entonces el concepto de “publicacion” es decir, de texto que existira solo porque sera editado, pues en esta perspectiva puramente pragmatica de una produccion impresa importa saber si este texto existia ya, independientemente de su publicacion eventual (en este caso, la concepcion de la obra seria ajena a los objetivos editoriales) o si, al contrario, es la posibilidad de editarla la que ha motivado su creacion. Se podrian entonces clasificar los textos en los siguientes grupos: -Publicaciones “de actualidad” (relaciones de sucesos y relatos de acontecimientos, precursores del periodismo que sobreviven hasta mediados del siglo XVII, cuando adquieren una forma editorial diferente bajo el nombre de gacetas). -Publicaciones recurrentes (calendarios, pronosticos, almanaques, etc.) -Publicaciones propias (bulas, sermonarios, oraciones, estampas; mapas, repertorios de caminos; edictos, instancias, anuncios, cartas de pago, etc.). -Publicaciones permanentes (los pliegos sueltos poeticos y las historias en prosa, cartillas para ensenar a leer, silabarios, doctrinas cristianas y catecismos). 3. El conocimiento y el control bibliografico Da algunas aproximaciones cuantitativas de los impresos de esta literatura en Espana desde fines del siglo XV a finales del XVII. La produccion de abecedarios y de doctrinas prueba la existencia de un lector anonimo y plural y permite estimar, al menos aproximadamente su numero, gracias a sus tirajes y a su frecuencia de edicion. Este lector sera uno de los primeros en consumir la literatura de los pliegos sueltos y de las historias. Nos encontramos asi ante un gran numero de lectores potenciales. La lectura deviene desde entonces accesible a una proporcion de la poblacion espanola que nos pareceria inimaginable. Lo que obliga a comprender la sociedad de los siglos XVI y XVII como una sociedad lectora de impresos que adquiere los saberes por la lectura y que, por consecuencia, esta alfabetizada de manera primaria. Es imposible comprender de otra manera la presencia de estos millones de textos impresos que nos ensenan sobre las cuestiones mas importantes de la vida practica

Fuente

Lugar de publicacion original: Paris-Troyes

Editor/impresor
coords. Thierry Delcourt; Elisabeth Parinet
Extensión
211-220 paginas
Tipo
Texto
Biblioteca