La autora estudia la practica de incluir historias en relatos construidos en torno al motivo del viaje, para diferenciar los distintos tipos de modalidades y las funciones que desempenan. Inicia su recorrido del viaje como soporte estructural de relatos en la Odisea y El asno de oro para centrarse despues en los libros de caballerias. Recuerda con Zumthor que la idea del viaje como dominio de lo desconocido, encarnada en ese nuevo heroe novelesco del caballero andante, es fundamental para entender el nacimiento de esta especie literaria. Como muestra, la autora se detiene en El libro del rey Canamor y en el triple entrelazado que se produce en el Amadis de Gaula a partir del capitulo 24, muy diferentes de las historias de Falqueto y Cingar, intercaladas en el anonimo Baldo. El panorama continua con el personaje del peregrino, tan caracteristico del siglo XVII, para detenerse finalmente en la novela picaresca y Cervantes

Lugar de publicacion original: Murcia