Los nombres propios testimonian una antigua memoria mitica que puede reconstruirse parcialmente. El autor se remonta a la epica irlandesa para encontrar la logica de los mitemas asociados al los nombres propios, en este caso, el de Arturo. En las Demandas debemos suponer al menos un doble proceso de translatio: una transferencia a la vez linguistica y cultural. La primera implico la transformacion del mito celta en roman (en frances antiguo), la segunda (en el interior de las lenguas romanicas), la traduccion del frances al portugues y despues al castellano. El nombre de Arthur se relaciona de forma simbolica con la palabra art (oso, animal real), en las lenguas celticas metaforicamente conectada con el rey guerrero. Estudia el proceso de transferencia cultural realizado en la Edad Media a traves de la comparacion del episodio de la muerte de Lucan (el copero de Arturo) en las Demandas portuguesa y castellana y la Mort le roi Artu: solo en el texto frances pervive la identidad osuna de Arturo. Su comportamiento al asfixiar a su copero se explicaria desde una perspectiva mitica por su vinculacion con la figura del oso real; Arturo comenzaria con este acto un proceso de regeneracion de su soberania segun el principio ciclico del eterno retorno. Sobre las ruinas de su reinado se prepara un renacimiento futuro que no sera efectivo mas que tras su retorno de la isla de Avalon, despues de su hibernacion. Este retorno a su ser primitivo y osuno abre una nueva etapa ciclica en el destino arturico. El hecho de que ninguno de los dos textos hispanicos reactive la metafora osuna, todavia latente en el texto frances, se explica por el hecho de que durante la segunda mitad del siglo XII se opero un cambio capital en el imaginario medieval sobre los animales: el oso, hasta ese momento considerado como el rey, sera rapidamente suplantado por el leon, bajo la doble presion de la cultura antigua y la biblica. En las Demandas portuguesa y castellana, Arturo se convertira en un rey caido que ha perdido los antiguos atributos miticos de la soberania guerrera. La ausencia de esta simbologia a partir del siglo XIII inducira a un cambio radical en el imaginario de la realeza. El imaginario fundador de la soberania guerrera, de caracter ciclico, se sustituira por otro diferente en el que la realeza sacerdotal y espiritual tendra, en adelante, un papel preponderante