En el auto sacramental de Calderon La torre de Babilonia, en la escena de despedida queda amplificado lo que en el texto biblico de Noe no pasaba de ser un detalle: la division de la tierra entre sus hijos, para que se multipliquen poblandola. Esto no podia dejar de remitir, para el espectador de la epoca, a uno de los episodios de la historia nacional mas divulgados por el Romancero y por el teatro: el del reparto de los reinos de Fernando I y las consecuencias de esta particion, esto es, las guerras civiles entre Sancho y sus hermanos, de gran fortuna literaria, sobre todo la materia epico-legendaria sobre el Cerco de Toro y el de Zamora, la muerte de Sancho y la jura de su hermano Alfonso. El autor analiza hasta que punto podemos hablar del «reparto de los reinos» como de un cuadro teatral estereotipado en el teatro aureo, en obras como Las mocedades del Cid, de Castro, La ventura sin buscalla o Los pleitos de Inglaterra, de Lope. Si desea consultar la version electronica de este articulo, pulse aqui