Ficha del recurso
Título
Dialogo de vita beata
Fecha
c.1463
Descripción

Destinatario: ded. Enrique IV (testimonios manuscritos)ded. Juan II (testimonios impresos)

Testimonios manuscritos: Tres manuscritos: Madrid. BNE, ms. 6728, fols. 1r-59v; Madrid. BPR, ms. II-1520, fols. 1r-92v; Madrid. RAE, ms. 158, fols. 269-459 (copia el impreso de Burgos, Juan de Burgos, 1499).

Cinco testimonios impresos: 1) Zamora: Antonio de Centenera, 1483; 2) Burgos: Juan de Burgos, 1499; 3) Burgos: Juan de Burgos, 1502; 4) Sevilla: Juan Varela de Salamanca, ca. 1513 - 1516; 5) Medina del Campo: Pedro de Castro, 1543;

Reescritura: Para abordar la reescritura en la transmision y difusion del Dialogo de la vita beata, es necesario tener en cuenta dos aspectos fundamentales: los cambios textuales y de contenido, y los cambios en el formato, la organizacion y distribucion de ese contenido.Cambios textuales y de contenido-Cambios e innovaciones en la traduccion de Juan de Lucena: la obra que se nos presenta como Dialogo de la vita beata no constituye en ningun momento una traduccion fiel con respecto a su modelo original, el De humanae vitae felicitate de Bartolomeo Facio, sino que el autor opta por hacer una reinterpretacion que da lugar a que su dialogo sea no solo una “imitacion”, sino tambien una “adaptacion y creacion literaria” (Miguel 2014: 114). Introduce personajes mas acordes con su realidad y de cierta relevancia en su tiempo como son el Obispo de Burgos Alonso de Cartagena, el poeta Juan de Mena y el Marques de Santillana, y se introduce a si mismo como personaje activo en el dialogo, lo que da lugar a que aparezca dividido en tres partes frente a las dos de su modelo. Ademas, aprovechara alguno de los temas tratados por Facio para ampliarlos e incluso adaptarlos a la situacion en la que se encuentra en ese momento la Castilla del siglo XV: una mayor defensa de los conversos, la critica a los conflictos internos de la nobleza o la falta de voluntad de Enrique IV para llevar a cabo la reconquista de Granada. Por ultimo, no solo partira de las fuentes de su modelo, sino que en muchos casos las consultara de primera mano y seleccionara aquellas que mejor le sirvan a su proposito (Capelli 2002: 51-92; Miguel 2014: 88-132). De este modo, el resultado es una obra fiel reflejo de las adaptaciones de la corriente humanistica en la Peninsula en el siglo XV y que se acerca al genero de la literatura de estados (Capelli 2002: 49).-Cambios en el paso del manuscrito al impreso: con respecto a los manuscritos, encontramos una serie de alteraciones y modificaciones textuales que no presentara la obra en el texto mostrado por la princeps zamorana y las ediciones impresas sucesivas de la obra. En primer lugar, cabe mencionar la omision de frases y palabras propias de la transmision textual y la omision por homoioteleuton (Miguel 2014: 201). Mas destacable es la supresion de dos fragmentos: uno corresponde al parlamento de Lucena y la subsiguiente replica de Juan de Mena al final de la segunda parte del manuscrito (fol. XIXv de la princeps) y el otro al dialogo que se desarrolla entre el discurso de Lucena, que abre la tercera parte en el manuscrito, y la intervencion del obispo que cierra la obra (fol. XXIIr de la princeps). Faltan tambien los titulos que introducen la primera y la tercera parte del Dialogo y se han suprimido todas las expresiones en latin que contenia el texto. Estas incluyen la dedicatoria a Enrique IV, que ha sido sustituida por un incipit en castellano en la princeps donde se mencionan tanto el titulo de la obra, como el autor y el nuevo dedicatario; el colofon, que es sustituido por su equivalente con los datos de impresion, de nuevo en castellano, la despedida del monarca y la alusion al epitafio que el papa Pio II mando construir en el monumento erigido tras la muerte de sus padres. Estas supresiones podrian responder a un deseo por mostrar un texto mas claro en castellano en el impreso (Miguel 2014: 201) y a las adaptaciones propias de estructura del nuevo soporte. En el paso del manuscrito al impreso se produce un cambio en el dedicatario de Enrique IV a Juan II, padre del primero. Segun Alcala (1968: xxxiv), pudo deberse a una doble redaccion, la primera habria tenido lugar durante el reinado de Enrique IV y habria estado dedicada a su padre y la segunda, transmitida en el manuscrito de 1463 habria sido posterior. Tanto este autor como Medina Bermudez (1998), quien sigue al anterior, sugieren que el texto mostrado por los impresos, dedicado a Juan II provendria en todo caso de un arquetipo perdido no conservado. Miguel (2014: 203-204), tras realizar un trabajo muy cuidado de critica textual y establecer la filiacion de todos los testimonios, tanto manuscritos como impresos, secunda la opinion de que esos cambios se realizaron de manera tardia ya durante el reinado de los Reyes Catolicos y responderian a la necesidad de omitir el periodo mas convulso del reinado de Enrique IV, aludiendo a un monarca de mejor recuerdo, y a un intento por ganar de nuevo el favor de la reina Isabel tras haber sido relevado como embajador.-Cambios en la transmision de los testimonios impresos: a traves del stemma propuesto por Jeronimo Miguel (2014) se infiere que la princeps zamorana sera tomada como referencia para la edicion de Juan de Burgos de 1499, siendo la de 1502 un descriptus de la anterior. La edicion de Medina del Campo a su vez derivaria de esta segunda edicion burgalesa, mientras que la sevillana lo haria de la incunable de 1499. No se aprecian cambios significativos en el texto, mas alla de los propios de la transmision impresa. No obstante, la edicion medinense de 1543 no reproduce el prologo completo, sino que suprime esta ultima parte y la sustituye por un “y etc”: “Por ende, tal cual es rey triunfal y senor en el seno de tu mansuetud, con aquella serenissima fronte con que sueles lo grato rescebir, te suplico lo rescibas y en ocio retraido lo perlegas. Sere muy alegre si de tu alteza lo siento aprovado, en que rescibire fructuoso galardon de mi fatiga”. Esta supresion no seria casual, sino que se habria realizado a voluntad por falta de espacio para mantener la apariencia de sus antecesoras, ya que, en ediciones anteriores desde la burgalesa de 1501, la totalidad del prologo no sobrepasa el a1v.Cambios en el formato, organizacion y distribucion del contenidoMuchos de estos cambios estan asociados con el asentamiento y un progresivo desarrollo de la imprenta manual desde la epoca incunable. Asi, la princeps salida de las prensas de Centenera en Zamora en 1483 carece totalmente de portada y el texto aparece dispuesto a doble columna. No hay separacion entre el incipit, el prologo y el comienzo de la obra mas alla de un pequeno espacio entre ellos y el hueco para introducir una capital iluminada. Las intervenciones de los personajes estan precedidas por sus nombres y explicit y colofon aparecen individualizados. Un mayor deseo de reestructuracion del texto se observa en la edicion preparada por Juan de Burgos en 1499. Su modelo directo en cuanto al texto es la edicion zamorana. No obstante, el impresor afincado en Burgos incluye una portada donde aparece el titulo de la obra e individualiza, y diferencia el incipit y el prologo del comienzo de la obra. El primero aparece centrado y sin ocupar la totalidad de la caja de escritura y le sigue el prologo identificado como tal y donde la capital iluminada ha sido sustituida por una capital ornamental, ambos dos a linea tirada, frente a la doble columna del ejemplar zamorano. No superan la extension del a1r, de tal manera que la obra comienza en el a1v, esta vez a doble columna e introducida por otra capital ornamental. Explicit y colofon aparecen separados en otra columna. La distribucion de contenido presentada por el incunable burgales sera elegida como modelo. La reedicion de 1502, con una extension algo menor, intentara seguir a plana y renglon la anterior, con la novedad de la inclusion de un grabado de portada, referencial y seguramente reutilizado de otra obra, siguiendo la tendencia general de incluir este tipo de xilografias acompanando al titulo a principios del siglo XVI. Cambios mas evidentes muestran las ediciones de Sevilla y Medina del Campo, siendo el mas llamativo la reduccion en el formato de folio a cuarto, lo que las convierte en ediciones mucho mas manejables. En el caso de la sevillana, el incipit ha pasado a la portada, que tambien incluye un grabado reciclado, por lo que la obra se abre con el prologo. Desaparece el texto a doble columna a favor de la linea tirada y los parlamentos de los personajes van precedidos de los nombres. En el caso de la edicion medinense, encontramos una organizacion textual bastante similar y el principal cambio aparece en la portada, ahora sin grabado y enmarcada por orlas. En el titulo se anade la mencion “agora nuevamente impresso” e informacion sobre la finalidad de la obra.Desde una perspectiva editorial, resulta especialmente interesante la edicion incunable de 1499, pues, por deseo expreso de Juan de Burgos, aparece impresa junto con los Doce trabajos de Hercules de Enrique de Villena, ambas publicadas en las prensas de Centenera en 1483 pero en meses diferentes. Posiblemente el impresor penso que ambas obras, de caracter moral y dirigidas a un publico restringido y nobiliario, algo que es perceptible en los testimonios de lectura, podian tener exito en el mercado de manera conjunta. No debio ser asi, pues los Doce trabajos no superara el siglo XV y la siguiente edicion de la Vita beata impresa por Juan de Burgos se llevara a cabo de manera independiente.

Tipo
Texto
Biblioteca