Diez testimonios impresos: 1) Sevilla: Tomas Glockner, 1498, 20 de octubre; 2) Sevilla: Estanislao Polono, 1501, 13 de julio; 3) Sevilla: Juan Varela de Salamanca, 1525; 4) Sevilla: Juan Cromberger, 1526-28; 5) Sevilla: Juan Cromberger, 1533, 5 de junio; 6) Sevilla: Dominico de Robertis, 1545, 13 de enero; 7) Burgos: Juan de Junta, 1548; 8) Burgos: Juan de Junta, 1558; 9) Burgos: Juan de Junta, 1563; 10) Toledo: Pedro Lopez de Haro, 1580;
Reescritura: Gomez Redondo (2011: 90) opina que a los impresores del incunable "llegaria—como ocurrio con el Amadis —una version cuatrocentista —ya la avalada por Villasandino, ya otra corregida— y no la que se compusiera en el filo del siglo XIV. Esa particion de 1498 —al igual que el titulo— tuvo que ser impuesta por los tres estampadores alemanes que amoldaban el texto a unos criterios de distribucion mas tipografica que tematica, razon por la que Polono en 1501 considera oportuno trazar una nueva —y mas prolija— fragmentacion de las unidades textuales". Es libro citado por Cervantes en el capitulo XVI de la primera parte del Quijote como ejemplo, un punto ironico, de historia entregada al detalle descriptivo: "¡Bien haya mil veces el autor de Tablante de Ricamonte, y aquel del otro libro donde se cuenta los hechos del conde Tomillas, y con que puntualidad lo describen todo!". Precisamente, en el romance "Cata Francia, Montesinos", el protagonista venga el destierro de su padre y consigue restituir el orden, matando al culpable, "el falso don Tomillas / en quien nunca hubo verdad". En opinion de Cristina Gonzalez (2009: 42), Cervantes pudo inspirarse en el para delinear el temperamento colerico de don Quijote en algunos episodios. Segun Gabriela Veronica Soria (2011), las portadas podrian, muy bien, haberse ido adaptando a las distintas lecturas alentadas por los impresores. De ahi su acercamiento al "caballero jinete" tipico del genero editorial caballeresco (Lucia Megias 2000) y el cruce con el modelo iconografico de Santiago y San Miguel: en la edicion toledana de Pedro Lopez de Haro (1580) se presenta al heroe pateando enemigos de la fe, resaltando asi su lazo con la recuperacion de Constantinopla y los Santos Lugares, figurante en el titulo. Asi mismo, las tiradas por los Cromberger traen escena curial que podria remitir al ambito cortesano de parte de la peripecia. Segun Fradejas Rueda (ed.), "el anonimo autor de la Historia de Enrique incluyo las rubricas con un arte magistral, aunque no se preocupo en que existiera un equilibrio numerico ni mucho menos de extension; lo hizo para ir marcando las distintas partes por las que habria de progresar la historia". El problema radica en que el ejemplar sevillano de 1501 modifica esa estructura en cinco epigrafes del incunable, organizando el libro en quince capitulos, lo que influyo en el caprichoso reparto de la materia narrativa llevado a cabo por Gayangos en su edicion. No obstante, el resto de ediciones se pliegan, con minimas variantes, a la division en rubricas del ejemplar de 1498.