Ficha del recurso
Título
Libro del caballero Zifar
Autoría
Fecha
Tres teorias principales: a) inicios del siglo XIV; b) en la decada de 1330 o de 1340; c) en sucesivas reelaboraciones
Descripción

Testimonios manuscritos: Se conservan dos manuscritos: Madrid. BNE: ms. 11.309 (Digitalizado en la BDH: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000191780&page=1); Paris. BNF: ms. Esp. 36 (Digitalizado en blanco y negro en Gallica: https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b10033214k). Para su historia y caracteristicas, vid. Lucia Megias (1996b).

Un testimonio impreso: 1) Sevilla: Jacobo Cromberger, 1512, 9 de junio;

Reescritura: La impresion de 1512 se realiza de acuerdo con los modelos caballerescos cromberguerianos de mayor dimension: tamano folio, portada representativa con caballero en la parte central, prologo a toda plana y texto a dos columnas con sus correspondientes titulillos. No obstante, carece de grabados interiores que ocupan toda la plana, empleados para separar partes o libros, y de los mas pequenos, utilizados en los capitulos. Estos signos externos coinciden con la nueva calificacion del libro como "Coronica" y con los adjetivos aplicados a su protagonista, "esforcado y esclarescido cavallero Cifar"; del mismo modo, los sintagmas que sintetizan un libro dedicado a los "famosos fechos de cavalleria" de Cifar y a "los senalados fechos en cavalleria de Garfin y Roboan, hijos del cavallero Cifar", conjuntamente con su nueva ordinatio, resultan claros indicios de que el taller de Jacobo Cromberger trata de presentar la obra como si fuera un libro de caballerias. Previamente en Sevilla se habian publicado el Amadis de Gaula (Sevilla, 20 de marzo de 1511) y las Sergas de Esplandian (Sevilla, Jacobo Cromberger, 31 de julio de 1510), de las que no conocemos ejemplares, pero que, dadas las practicas editoriales del taller, no debian de ser diferentes de los libros de caballerias publicados con posterioridad, prototipicos de las creaciones hispanas de la serie. Y del mismo modo que el Amadis se dividia en tres libros, a los que se anadia un cuarto, Los cuatro libros de Amadis complidos, y un quinto posterior, Las sergas de Esplandian, en el taller de Cromberger establecen una nueva ordinatio para el Zifar mediante la que distribuyen el texto narrativo en tres partes. A su vez, como producto comercial, se abria a un publico no solo caballeresco, pues contenia "muchas y catolicas doctrinas y buenos ejemplos", dirigidos tanto a "cavalleros como para las otras personas de cualquier estado". Ademas, con tecnicas prologales, en la imprenta de Jacome Cromberger se escudan ante los posibles ataques por la antiguedad del estilo, ya que no todos los lectores se deleitan con las nuevas orientaciones modernas, pero todos ellos podian disfrutar de la materia y de algunos componentes del Cifar, astutamente destacados por un empresario que arriesga su dinero. El paso del manuscrito a la imprenta implicaba tambien otras modificaciones. La edicion sevillana prescinde de la parte inicial del importante prologo originario correspondiente al historico traslado del cadaver de don Gonzalo Perez Gudiel (h. 1238-1299), que desempena un papel fundamental en la interpretacion y cohesion del libro originario, sea cual fuere; su eliminacion da un giro a alguno de los sentidos de la novela, al tiempo que suprime su importante conexion toledana. Al nuevo prologo le siguen el final de la introduccion del siglo XIV, correspondiente a un resumen de los logros de Cifar, como si fuera el inicio del texto, y el capitulo primero que trata “De la muger y hijos del cavallero Cifar y de como las cosas que en este libro estan no deven ser juzgadas hasta bien vistas”; esta segunda parte de la rubrica resalta como debe entenderse el texto, contenido indudable del proemio inicial, que se ha dividido sin haberlo delimitado de forma coherente. La nueva ordinatio prologal ha influido en la incorrecta segmentacion de Wagner (1929). En la subdivision, ajena a los manuscritos, se interpreta erroneamente el sintagma “Cuenta la hystoria” como inicio de la primera parte del relato, mientras “el agora oyredes” se considera el final del capitulo. El comienzo se ha sustituido por un prologo nuevo que trata de presentar una materia caballeresca, militar, util, con una introduccion de tintes religiosos, plagada de referencias biblicas. En cuestiones ortograficas el manuscrito del Zifar que pudieron manejar en el taller de Cromberger no pudo ser muy diferente a los conservados, M y P, caracterizados por tener escasos signos de puntuacion como calderones y mayusculas, asi como el uso expletivo de la copulativa. Todo ello propiciaba unas amplias clausulas, sintacticamente mas complejas que las empleadas por los escritores de principios del siglo XVI. En el impreso aparece el punto, la mayuscula y los dos puntos (conmata), equivalentes a pausas, que si bien pueden propiciar un ritmo prosistico ligeramente diferente al medieval y favorecer su lectura, no eliminan las amplias clausulas sintacticas porque apenas se ha modificado. El conjunto de rasgos de su rama textual empleado (diasistema) resulta conservador en su lectura, pero innovador linguistica y ortograficamente (Lucia Megias 1996 a, b y c), si bien el editor es consciente que "de estilo moderno esta obra carece", como senala en su nuevo prologo. Esta captatio benevolentiae refleja algo mas que un procedimiento retorico: se ajusta a la realidad de la superficial intervencion efectuada sobre unos materiales antiguos, frente a la proclamacion de modernizacion realizada por Garci Rodriguez de Montalvo en el prologo del Amadis de Gaula, que subyace en el proemio. Muy posiblemente el ejemplar del que partieron en el taller de Cromberger no se habia fragmentado en tantos capitulos (Lucia Megias 1995), que han encabezado con sus respectivos epigrafes; su texto esta subdividido en series de uno, dos o tres miembros (Garcia Alvarez 2015) que desempenan distintas funciones: crean expectativas, destacan los nucleos considerados mas representativos, los resumen, facilitan su recuerdo, etc. Los enunciados del conjunto y su disposicion, por un lado, privilegian el valor narrativo de las historias (Navarrete 2015), en un grado ascendente: Zifar llega a ser rey y de Roboan, su hijo, logra el imperio de Triguida, quedando Garfin en un segundo plano. En el centro quedan los "Castigos del rey de Menton", correspondientes a un espejo de principes teorico explicado por un padre a sus hijos, preparatorio para su aplicacion en las siguientes etapas de su futuro novelesco. Se eliminan marcas de oralidad, se moderniza el vocabulario y mas ocasionalmente su estilo, con la pretension de actualizar, hacer comprensible y dar mayor claridad al texto. Desde el plano de sus variaciones, omisiones y adiciones resulta el testimonio mas innovador, vinculado al manuscrito S. Omite determinados segmentos por razones ideologicas y religiosas. Como suele ser habitual, anade intensificadores y sinonimos, al mismo tiempo que parafrasea algunos fragmentos. Desde una perspectiva generica, mayor importancia cobran ciertas variaciones que manifiestan una voluntad de exaltacion de lo caballeresco: en sentido positivo, se insiste en la valentia de algunos personajes o lo excepcional, maravilloso, de los objetos; en sentido atenuante, desaparecen o modifican las actuaciones caballerescas, por el tipo de armamento utilizado, que se actualiza, evitando en ciertas ocasiones la mayor crueldad del texto originario (siglo XIV) (Lucia Megias 1996a, b y c, y 2000). Las variaciones se acomodan a una serie que para 1512 se estaba configurando con exito comercial, a la vista de las reediciones amadisianas y de la impresion de nuevos textos. La aparicion de un caballero de Dios en esas fechas no resultaba muy ajena a ciertos giros religiosos de los textos caballerescos de finales del siglo XV, perceptibles en las actualizaciones arturicas y en creaciones como las Sergas de Esplandian; su hilo conductor sigue siendo el de una familia cuyas hazanas y conductas estan en consonancia con los dones recibidos por la divinidad. Sin embargo, sus moldes heterogeneos, su acercamiento a la realidad y su contexto cortesano y amoroso no se avenian bien con las pautas triunfantes amadisianas. En esas circunstancias, sin ninguna remodelacion a fondo, el fracaso comercial puede explicarse de forma coherente, a pesar de las modificaciones externas, superficiales.

Tipo
Texto
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