A traves de las culturas arabe y hebrea entra en Espana una rica corriente narrativa y sapiencial, tomada a su vez de las tradiciones griega, india o persa. A ella pertenece la Diciplina clericalis de Pedro Alfonso, que en el prologo declara su intencion didactica, proposito al que parecen responder sus cuentos. Se ha discutido mucho por la critica sobre la intencion moralizante de los fabliaux. Se considera que se pueden encontrar ejemplos de varios tipos: sin aparente finalidad moral, con intencion moralizadora estructural y con fin didactico pero superficial, sin que se corresponda con el verdadero significado del cuento. Las grandes recopilaciones cuentisticas medievales (Calila e Dimna, Sendebar, Decameron) se enmarcan (ya sea mediante alusion expresa en un prologo o un dialogo inicial) dentro de la convencion del genero: ensenar deleitando. Sin embargo, como se ejemplifica con relatos del Decameron, algunos de los cuentos son una pura manifestacion de lo comico, satirico y carnavalesco, que debemos ver como una muestra de la cultura carnavalesca popular, compatible con el fin general didactico de la obra