Sanz traza un panorama de la materia troyana en Europa. Parte de la critica a Homero (Hesiodo, Tucidides, Platon, Dion Crisostomo o Filostrato), que heredaran los autores posteriores, y de alguna traduccion como la Iliada latina u Homero latino del siglo I (texto que se transmitio a la Edad Media), para pasar a repasar la aparicion de una serie de autores que emplearon en sus escritos la materia troyana como Dares y Dictis, dos cronistas de la guerra de Troya de enorme exito en epoca medieval y cuya obra conto con numerosas traducciones a las lenguas vernaculas; y tras estos, Benoit de Sainte Maure y su Roman de Troie y Guido de la Columna y su Historia destructionis Troiae. En cuanto a la llegada de la materia troyana a Espana, Sanz senala dos inscripciones latinas de mediados del siglo XI y su aparicion en los Anales toledanos y el Libro de Alexandre. Por supuesto, la General Estoria de Alfonso X, las Sumas de Leomarte o la Cronica troyana de Heredia son otros relevantes testimonios peninsulares. Por ultimo, la autora dedica un breve apartado a la presencia de Homero despues de la Edad Media, asunto que ilustra con Goethe. En definitiva, todo un camino que “consiguio adaptar esta vieja historia a diferentes hormas genericas, como la oratoria, el cuento, la prosa sentimental, caballeresca o el genero epistolar” (p. 58)