Alvarez Marquez ofrece datos de setenta y una mujeres que aparecen como propietarias de libros en la Sevilla del siglo XVI, partiendo de la afirmacion de que las lecturas de la mujer del quinientos se reducian a un libro de rezo o devocion, sin especificar titulo, o a un libro de Horas, un Flos sanctorum, un libro de epistolas y evangelios o un misal (p. 25). Dentro de los diferentes inventarios que ofrece, encontramos a Maria de Sedano que poseia un libro de caballerias del que desconocemos el titulo, o a la conversa Ines de Jerez que contaba con la Cronica del noble caballero Guarino Mesquino y las Fabulas de Esopo, probablemente en una de las dos primeras traducciones al castellano (Zaragoza, 1489, o Burgos, 1496). De otro lado, en la biblioteca de Elvira de Guzman habia un Exemplario contra los enganos y peligros del mundo (Calila e Dimna), y en la de Juana Jimenez Ponce un flos sanctorum impreso en Zaragoza. Al final, se incluye un apendice documental con los inventarios de las cinco bibliotecas que se analizan con detenimiento: la de Elvira de Guzman, Juana Jimenez Ponce, Ana de Haro, Juana Cortes y Mariana de Angulo