Se informa sobre la publicacion en Madison (1982) de una transcripcion diplomatica y un diccionario de todo el corpus herediano, edicion acompanada de concordancias y listas de frecuencias, todo ello en microfichas. En la composicion de estos materiales, con mas equivocaciones que las deseables, se han tenido que tratar distintos problemas: las palabras fantasmas, la union y separacion de las palabras en los manuscritos, la lematizacion de formas basicas inferidas, variantes graficas y homografos, y el analisis de funciones sintacticas. El problema subyacente esta en que el scriptorium herediano incluye colaboradores castellanos, aragoneses, catalanes, provenzales, griegos y otros, quienes, es de suponer, dejaron en los textos que traducian, comentaban o solo copiaban rastros de su propia lengua o dialecto. Si a esto se anade la igualmente diversa procedencia de los textos mismos, algunos a traves de traducciones sucesivas, se comprendera por que un intento de describir la llamada ‘lengua de Heredia’ es una empresa arriesgada, (...). (p. 153)