Este trabajo, referido a los siglos XV, XVI y XVII, repasa, desde un punto de vista global, la labor dramatica aragonesa. En este contexto, los versos y las formas dialogadas empleadas por Sancho de Zapata, Pedrerias del Busto, Pedro de Santa Fe (Comiat del rey Alfonso V de Aragon y reina dona Maria) y mosen Juan de Ixar sirvieron de precedentes para los trabajos de fray Gualberto (Racionamiento del caballero sobre la vida venidera), las eglogas de Pedro Manuel Jimenez de Urrea o las composiciones ocasionales de don Enrique de Aragon, marques de Villena (Comedia alegorica de la Justicia, la Paz, la Misericordia y la Verdad). Pervivio el teatro clasico en Fernando de Villalobos y su version de El anfitrion de Plutarco, Pedro Simon de Abril (Los ocho libros de la Republica de Aristoteles). Cierran este periodo Jaime de Huete y Jeronimo de Mora con El honrado en la ocasion, Tragedia de Pilares y Orestes y La constante aragonesa
Lugar de publicacion original: Zaragoza